Sin juramento me podriais creer que quisiera que este blog, como hijo del entendimiento, fuera el más hermoso, el más gallardo y más discreto que pudiera imaginarse. Pero no he podido yo contravenir al orden de naturaleza, que en ella cada cosa engendra su semejante. Y, así, ¿qué podía engendrar el estéril y mal cultivado ingenio mío, sino la historia de un hijo seco, avellanado, antojadizo y lleno de pensamientos varios y nunca imaginados de otro alguno?





sábado, 16 de abril de 2011

Easter

Creo que voy a cerrar por semana santa. Os dejo algunas imágenes de la de mi pueblino









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4 comentarios:

Lluís Bosch dijo...

Haces bien. Sobre las fotos, la primera muy buena. Las otras supongo que son antiguas, del bisabuelo. Creo que hace mucho tiempo se hacía una cosa que no se si lo llamaban "profesiones", "promociones" o algo así. Pero bueno, aquello ya pasó.

Pepe dijo...

No creas, Lluís, no son de la época del bisabuelo, ni siquiera del abuelo; son recientes; en aquellos tiempos la semana santa en mi pueblino era una cosa mortecina y decadente, con un via crucis al que iba el párroco y varias beatas, y dos o tres procesiones que repetían santos; pero vino la transición y los ayuntamientos socialistas, y con su proverbial anticlericalismo, revitalizaron la fiesta; el alcalde presidía los desfiles, prestaba la banda municipal, y proliferaron las cofradías, que compraron nuevos santos y montaron nuevos pasos; cofradías de nazarenas, mujeres de mantilla,... toda una eclosión de fervor popular. Ya ves qué diferencia, en Somosaguas haciendo burla, en Madrid queriendo hacer procesiones ateas, y en mi pueblino todos a rezar, el alcalde socialista el primero.

Lluís Bosch dijo...

Bueno, en la moderna y laica Cataluña, la de Duran i Lleida las cosas no andan muy alejadas. El primer año que viví en Lleida quise ver la procesión, porqué allí es algo tremendo. Pero me quedé alucinando cuando vi que, tras el cristo gordo venía el alcalde socialista flanqueado por algo así como un obispo y... un oficial de la guardia civil, de tricornio reluciente. Los tres del bracito, de buen rollo.
Me contaron (por cierto) que los tricornios brillan más si los pules echándoles dos o tres escupitajos.

Pepe dijo...

Joder, Lluís, se ve que no has hecho la mili. No solo los tricornios, todo objeto de cuero militar o paramilitar se beneficia de los escupitajos, y de ahí que el comentarista ese de determinado blog, que te ha llamado "catalufo" y no sé qué cosas más, escupa con tanta donosura como aconsejaba invertir en NUEVA RUMASA. De correajes, sobre la camisa azul, vieja, "que tu bordaste en rojo ayer", entiende un rato ese señor.