Sin juramento me podriais creer que quisiera que este blog, como hijo del entendimiento, fuera el más hermoso, el más gallardo y más discreto que pudiera imaginarse. Pero no he podido yo contravenir al orden de naturaleza, que en ella cada cosa engendra su semejante. Y, así, ¿qué podía engendrar el estéril y mal cultivado ingenio mío, sino la historia de un hijo seco, avellanado, antojadizo y lleno de pensamientos varios y nunca imaginados de otro alguno?





miércoles, 13 de abril de 2011

Quiero ser vago

De este señor de lenguota gorda -macroglosia se llama técnicamente-, que chasca con frecuencia, como si le incomodara en su propia boca, se dice que es un buenajón, un calzonazos, un "maricomplejines". Yo no me creo nada de eso; este señor ha medrado en política, en un partido cainíta como es el PP, ha llegado a altos cargos ejecutivos, y ahora es líder de la oposición por designio de Aznar, y candidato a la presidencia del gobierno, a la que espera acceder tras las elecciones que ganaría el próximo año. No se llega a todo eso siendo bueno; puede ser sibilino, taimado... pero no bueno; hasta es dudoso que sea un vago, como nos quieren hacer creer. También nos quieren hacer creer, por ejemplo, que Fernández Vara es bueno -melifluo le dice la extrema derecha-, pero no es verosímil que alguien "bueno" en el sentido bueno o malo de la palabra, medre a la sombra de alguien como Rodríguez Ibarra, hasta ser nombrado su sucesor. Algo falla. Quizás los buenos somos nosotros.

4 comentarios:

Montse dijo...

¿Buenos?
En catalán bueno = BO y 2 veces BO = BOBO.

Creo que ya hace demasiado tiempo que se nos toma el pelo de mala manera...

en fin, no me hagas mucho caso, estoy de un pesimismo que da asco, tchts,tchts...

Malo Malísimo dijo...

Y algunos somos gilipollas.

Novicia Dalila dijo...

Ellos no sé, pero yo soy una santa.

Bonjour de jeudi

Pepe dijo...

Venga, Montse, arriba ese corazón.

Malo, tampoco hay que exagerar en la autoflagelación.

Novi, de eso no me cabe la menor duda, camino de santidad el tuyo.